En 17 de diciembre de 2010, un pueblo de la Cordillera Oriental de Colombia, al norte de Santander, llamado Gramalote, sucumbe a un desastre misterioso y magnífico. En pocas horas, unas 7.000 personas salen de la pequeña aldea, porque en la tierra se están abriendo grietas que se tragan los edíficios a su paso y hace desaparecer del mapa 153 años de historia. Más allá del camino de la destrucción de la avalancha también se oye un zumbido intermitente.
Hoy en día el pueblo extinto sigue desmoronándose poco a poco y en el momento del desastre, Juan Manuel Santos, Presidente de Colombia, visita la zona de los sin techo - uno de los albergues, irónicamente llamado 'Nueva Palestina' - y promete reconstruir el pueblo donde la población considerarlo mejor dentro de un año. Estamos ahora en 2013 y la población restante permanece organizada y el gobierno en silencio.
Pero, ¿que tiene que ver lo ocurrido con el reciente final del alto al fuego
unilateral de 60 días promovido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) para las negociaciones de paz y la repercusión en los principales grupos de medios de comunicación?
Nada. ¡Excepto
como metáfora! Como en el caso de Gramalote, Juan Manuel, después de las
declaraciones de alto al fuego por parte de la FARC y las negociaciones en La
Habana, hizo un llamamiento a las murallas de la comunicación para
desfechar hermosos discursos que destacaron los esfuerzos del gobierno en la
construcción de la paz, o como en Gramalote, para la reconstrucción de la
aldea.
Bueno,
Bogotá optó por no reubicar a los refugiados en programas de vivienda
definitiva, dado que en el período de un año tendrían sus casas reconstruidas a
imagen y semejanza de la anterior, por eso que aceptaran las condiciones, organizándose
y están esperando. Del mismo modo, Bogotá optó por no unirse a la cesación del
fuego, promovió un ataque efecto en el 31 de diciembre - que de acuerdo a las
FARC fueron 14 muertos, entre ellos un civil - y también reforzó la necesidad
de continuar la acción militar.
Las
negociaciones continuaron. Los aldeanos del pueblo recibieron con cierta irregularidad
algunos bastimentos del gobierno, como ayuda de costo hasta que pudieron
regresar a su actividad laboral principal: el café, en la nueva tierra prometida.
En La Habana, llegaron a la comprensión de la necesidad de una consulta pública
para respaldar un posible acuerdo de paz destinado a garantizar la estabilidad
y la durabilidad de los acuerdos como una política de Estado y no de gobierno
solo.
Para los
habitantes de Gramalote fue anunciado unos meses más tarde, la elección de un
territorio todavía en Santander, donde se construiría la nueva aldea. Un lugar
de la tenencia de una familia aislada, en una ladera de la montaña parecido al
anterior, pero con un aire de lugar inhóspito, con una densa niebla en casi la
mitad del año y las lluvias y relámpagos encima de la media habitual. ¡Un lugar sin duda aún no tocado por los voraces y poderosos latifundios de
Colombia! Fue anunciado que el presidente iba a estar allí en persona para
poner la primera piedra, pero por cosas del destino, la piedra no fue comprada
y el presidente nunca apareció. ¡Además, no se les dio condiciones para los
refugiados para visitar el lugar e incluso los medios de comunicación no cubrieron
la falsa agenda presidencial!
Sin
embargo, el fin de la tregua unilateral fue anunciado casi en neón por los
también voraces y poderosos latifundios de los medios de Bogotá y Río de
Janeiro, Buenos Aires y Nueva York. Así que todo un ambiente de densa niebla y
fuertes relámpagos se atribuye al grupo guerrillero, que una vez más trata de
estafar a los encomiables esfuerzos de Juan Manuel Santos para poner fin a la
guerra civil en Colombia. ¿Quién lee y piensa que el tono del diario El Espectador
y otros es algo parecido como a un amplio debate? Ahora están
listos para el título de G1-Brasil: 'Atentando de FARC a oleoducto en Colombia después
del fin de la tregua’.
Iván
Márquez, jefe negociador en Cuba por las FARC, ha presentado recientemente un
documento que añade algunos puntos más en las negociaciones de paz, puntos incluso
incorporados desde la sociedad civil - un documento que, por supuesto, no fue
reproducido por ninguno de los principales medios de comunicación allí y aquí.
Entre algunos puntos son:
- Para
"alcanzar la paz es clave para erradicar el hambre, la desigualdad y la
pobreza agraria y la democratización de las relaciones urbano-rurales."
- Cómo
supuestos fundamentales para alcanzar el punto anterior deberán
"proporcionar al campo colombiano de infraestructura en materia de
educación, salud, vivienda, ocio, deporte, cultura y seguridad social."
- Un tercer
punto se refiere a la "construcción de una nueva ruralidad basada en los
vínculos democráticos entre campo y ciudad, y en el principio de" justicia
territorial que supere visiones extractivas y utilitarias. "
La
principal actividad económica de la localidad de Gramalote se centró en la
producción de café, pero más bien dividida entre pequeños y medianos
productores que formaban uno eje paralelo de producción no concentrada como es
el caso común de Colombia. Con el desastre surgió un vacío en lo abastecimiento
que pudo ser cubierto por los grandes productores, o su arrendamiento, y el
capitalismo monopolista avanzó y la pluralidad en la libre competición fue por
el desagüe, o ¡hacia abajo de la montaña!
Las Fuerzas
Armadas Revolucionarias, además de su participación en el tráfico de drogas y
las actividades terroristas - que es real - mantuvieron bajo su control varios
territorios cultivables o han contribuido para la permanencia de los ocupantes
tradicionales donde están y que no fueran expulsados por el avance de la agricultura
a gran escala, con el apoyo por Bogotá y la presión militar de los Estados
Unidos, además del interés por los recursos minerales en el bosque. Desde San
Vicente de Caguán hasta las áreas de bosque denso, el poder del latifundio y
las bases militares de Estados Unidos no pudieron proceder según lo previsto.
Luego, en
los términos propuestos por las FARC son condiciones que amenazan la
continuidad de la hegemonía neoliberal en tierras colombianas, debido a que los
guerrilleros tratan de garantizar que propuestas presentadas por la sociedad
civil sean la pauta del desarrollo local en tiempos de paz, por lo que abogan
por una Asamblea Nacional Constituyente como un organismo capaz de asegurar la
legitimidad y la seguridad jurídica al proceso, dado que una consulta popular
estar implicada en la organización de un procedimiento llevado a cabo por
instancias altamente corruptas del poder central.
Pues
resulta que tres años más tarde Gramalote fue olvidada por la televisión y los
periódicos, así como su población que permanece organizando protestas y
manifestaciones para que se respeten sus derechos, así como que se cumplan las
promesas. Y puesto que los mismos grupos de comunicación no están interesados
en abordar el tema de un alto de fuego bilateral y que siempre están
dispuestos a poner de relieve la amenaza planteada por las FARC para el proceso
de paz.
‘Mas
convenhamos’, ¿como un ruidoso grupo que habla sobre "Medidas excepcionales
para cubrir la deuda histórica política, económica, social y cultural del Estado con el campo y sus
pobladores", la cual es causa de "la violencia, exclusión, desigualdad,
pobreza, discriminación y segregación territorial ", podría plantear un
agente confiable para la construcción de paz? ¡Aún mejor es creer en los
esfuerzos para continuar la caza de los bandidos promovidos por la
administración de Obama y Santos!
Este texto fue publicado en enero y portugués. Desde entonces mucho ha cambiado, y el
presidente Santos dijo que el proceso de paz se completará en 2014.
Por
ejemplo, el gobierno colombiano y las FARC anunciaron en mayo que llegaran a un
acuerdo sobre la cuestión de la tierra, el primer punto del orden del día de
acuerdo a las conversaciones de paz que tienen lugar en Cuba.
Las partes
llegaron a acuerdos en aspectos tales como el acceso y uso de la tierra, la
tierra no utilizada, la formalización de la propiedad y la frontera agrícola y
protección de la Zona de Reserva, según un comunicado conjunto de la mesa de
negociación, leídos por los representantes de los países garantes proceso de
paz, Carlos Fernández de Cossio, Cuba, y Dag Mylander, Noruega.
El acuerdo,
titulado "Hacia un nuevo campo colombiano: la reforma rural integral"
significa "el comienzo de la transformación radical de la realidad rural y
agrario de Colombia con justicia y democracia", según un comunicado
conjunto.
Por
supuesto, se añaden otras preocupaciones en el complejo proceso. Uno de ellos
es el intento del gobierno de un acuerdo con la guerrilla de no investigar los
delitos de tortura cometidos por las FARC. Lo que sería bueno para ambas
partes, ya que Bogotá también estaría libre de la presión por la verdad en sus
acciones militares, como los 'falsos positivos', pero no sería nada bueno para la Verdad y la
Transición.
En conclusión, aún tenemos otros puntos que se
destacan en el proceso y son llamados al pueblo por el Polo Democrático
Alternativo (PDA), el partido que tiene mi afecto en Colombia: | La Paz depende de reformas sociales fundamentales y no solo de la justicia transicional: Clara López |
¡Por Gramalote y
su pueblo!
Con informaciones de Prensa Latina | Andes - Agencia Pública de Notícias de Ecuador y Suramérica | Farc-EP - www.farc-ep.co | Portal G1 de Notícias | El Espectador | Polo Democrático Alternativo (PDA) | Revisão amigo: Kevin Axel Costa
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